¿Qué es una aplicación virtual?

Las aplicaciones virtuales se ejecutan en un dispositivo de usuario final sin estar instaladas en él. Para el usuario, parece que la aplicación se está ejecutando en el dispositivo, cuando en realidad se está ejecutando en un servidor que puede estar ubicado en las instalaciones o en la nube. Los usuarios acceden a la aplicación a través de un navegador mediante un cliente de software cargado en su dispositivo o utilizando una plataforma SaaS.

Las aplicaciones virtuales son una bendición para TI y para los usuarios finales. Desde el punto de vista de los usuarios, las aplicaciones virtuales les permiten trabajar desde cualquier lugar y en cualquier dispositivo, desde un portátil Windows® del trabajo hasta un dispositivo personal como un Chromebook™, iPad® o iPhone®. TI puede proporcionar acceso a una aplicación específica solo a los usuarios que la necesitan, lo que reduce los costes de licencias y el tiempo de gestión. Las actualizaciones de las aplicaciones se producen en el servidor, no en el dispositivo del usuario final, lo que ahorra al departamento de TI una inmensa cantidad de tiempo en la gestión de las actualizaciones de software en los dispositivos de los usuarios. Además, una aplicación Windows entregada como aplicación virtual puede utilizarse en un dispositivo que no sea Windows, lo que ofrece a los usuarios más opciones sobre el dispositivo que utilizan.

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¿Es diferente de un Escritorio Virtual?

¿Es lo mismo una aplicación virtual que la virtualización de escritorios, también conocida como Infraestructura de Escritorios Virtuales (VDI)? Pues no. Un escritorio virtual es un entorno de escritorio completo que se ejecuta en un servidor remoto y al que el usuario accede a través de Internet. Al igual que una aplicación virtual, el usuario tiene la impresión de que el escritorio virtual se está ejecutando en su dispositivo.

Los escritorios virtuales permiten al departamento de TI controlar el entorno informático de sus usuarios finales, pero eso tiene un coste considerable.

Junto con las aplicaciones, los escritorios virtuales incluyen un sistema operativo completo, lo que los hace mucho más complejos de implantar, gestionar, entregar y soportar para el departamento de TI que las aplicaciones virtuales. Los usuarios finales que sólo necesitan una o dos aplicaciones y, en cambio, obtienen un escritorio virtual, obtienen aplicaciones que no necesitan y tienen que lidiar con más complejidad de la que necesitan, inicios de sesión engorrosos y un rendimiento más lento.

Además de la complejidad añadida para TI y los usuarios, la VDI es considerablemente más cara que la virtualización de aplicaciones. Para poner en marcha máquinas virtuales de Windows completas se requiere una importante inversión inicial, que incluye la compra de hardware de servidor y periféricos, licencias de VDA o RDS-CAL para cada usuario y licencias de título de software para las aplicaciones suministradas. E incluso si el departamento de TI planea alojar en la nube aplicaciones de Windows en esa máquina virtual, tendrá que adquirir una licencia de acceso a Windows completa para cada usuario.

Para las organizaciones (por ejemplo, los ISV de Windows) que sólo necesitan proporcionar acceso remoto a una o unas pocas aplicaciones de Windows, la tecnología de aplicaciones virtuales es menos compleja de adquirir, implantar y gestionar, y facilita la vida a los usuarios finales.

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GO-Global® permite un acceso fiable, seguro y multiusuario a aplicaciones Windows desde cualquier ubicación, dispositivo y sistema operativo. Es altamente escalable como VDI, pero a diferencia de VDI es fácil de instalar, gestionar y soportar, con un coste de propiedad mucho menor porque usted está entregando aplicaciones, no un entorno de escritorio completo.

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