VDI frente a Citrix DaaS: ¿cuál es mejor?
A primera vista, las tecnologías Virtual Desktop Interface (VDI) y Desktop as a Service (DaaS) parecen análogas.
Pero, ¿lo son? En un nivel básico, VDI y DaaS son tecnologías que dan a los usuarios acceso en cualquier momento y lugar a escritorios virtuales, proporcionando un entorno informático completo para el usuario final y un conjunto predeterminado de aplicaciones aprobadas por la empresa. La mayoría de las organizaciones de TI mantienen varios conjuntos de aplicaciones (denominados imágenes de oro), cada uno alineado con un tipo de rol de empleado.
VDI y DaaS liberan al departamento de TI de las tareas relacionadas con la instalación, actualización y seguimiento del software y los sistemas operativos en los equipos de los usuarios finales. En su lugar, TI gestiona y mantiene un conjunto finito de imágenes de oro. Dado que VDI y DaaS separan el entorno de escritorio y las aplicaciones del sistema operativo, VDI y DaaS también hacen posible que los dispositivos de usuario final tengan una vida útil más larga porque los dispositivos más antiguos pueden acceder a escritorios virtuales sin problemas de compatibilidad, reduciendo los costes de sustitución de dispositivos de usuario final.
Las principales diferencias entre VDI y DaaS radican en 1) la ubicación de la infraestructura de hardware y software que permite un escritorio virtual y 2) la organización que gestiona dicha infraestructura. Y la ubicación y la gestión de la infraestructura generan una serie de diferencias que amplían la brecha entre los dos términos.
VDI vs DaaS - Ubicación y gestión
La VDI puede alojarse en un centro de datos corporativo o en un entorno de nube privada. Si el alojamiento se realiza en un centro de datos corporativo, el departamento de TI de la empresa es responsable de la compra, implementación, gestión, protección y mantenimiento de todo el hardware y software utilizado en la implementación y del soporte a los usuarios finales. Si el alojamiento se realiza en una nube privada a través de un proveedor gestionado, lo más probable es que el proveedor gestione y mantenga el hardware para el departamento de TI corporativo. Los recursos informáticos de VDI son de un solo inquilino, es decir, todos dedicados a una única organización.
En cambio, DaaS se aloja en una nube pública o privada y la implantación la gestiona un proveedor externo. El departamento de TI de la empresa suele definir las aplicaciones incluidas en el escritorio, mientras que el proveedor adquiere, implementa, gestiona y protege todo el hardware y el software, y proporciona asistencia al usuario final, liberando al departamento de TI de la empresa para que se centre en esfuerzos corporativos más estratégicos. Sin embargo, con DaaS, varias empresas comparten los recursos del proveedor de la nube (también conocido como multi-tenant), por lo que el uso de los recursos o la seguridad por parte de un cliente puede afectar a otros clientes de forma imprevista.
VDI vs DaaS - Control y Economía
Ser propietario de toda una implementación de VDI es una bendición mixta. Aunque el departamento de TI de la empresa controla la configuración, la distribución de recursos, los datos y la seguridad, también es responsable de la gestión, el mantenimiento y la asistencia, lo que supone una enorme tarea y deja mucho menos tiempo para la planificación y los proyectos estratégicos. Además, el hardware se considera un gasto de capital, cuya justificación y adquisición lleva más tiempo que la de los servicios, y el coste inicial es significativo.
Con DaaS, el proveedor controla todos los elementos de la infraestructura, la gestión de datos y la seguridad, y el cliente puede no tener una visibilidad completa de estos elementos críticos. Pero los costes iniciales son mucho menores, y una organización puede estar funcionando con DaaS en mucho menos tiempo del que se tarda en construir un centro de datos corporativo. Además, los proveedores de DaaS utilizan un modelo de precios de suscripción, que no se considera un gasto de capital, lo que hace que DaaS sea más fácil de pagar desde una perspectiva presupuestaria.
VDI vs DaaS - Flexibilidad
Las implantaciones de VDI suelen tardar mucho en configurarse y son difíciles de modificar. La ampliación para acomodar el crecimiento corporativo o las adquisiciones implica la compra e instalación de más hardware, lo que supone un proceso largo y costoso. Las empresas que están experimentando cambios significativos o que emplean una mano de obra estacional pueden encontrarse pagando por una infraestructura informática infrautilizada en determinadas épocas del año o indefinidamente, o pueden descubrir que son incapaces de soportar el crecimiento en el momento oportuno.
Por el contrario, los entornos DaaS pueden ponerse en marcha rápidamente y pueden escalar con rapidez porque lo único que necesita el cliente es aumentar el número de escritorios o licencias de usuario, ya que los recursos de hardware y el ancho de banda son responsabilidad del proveedor.
VDI frente a DaaS: ¿cuál es mejor?
Si el control y la seguridad de los datos son primordiales para su organización, la VDI es la mejor opción, a pesar de los costes iniciales, las responsabilidades de mantenimiento continuo y la inflexibilidad.
Si la flexibilidad, la velocidad y los bajos costes de puesta en marcha son primordiales para su organización, DaaS es la mejor opción, siempre que la dirección esté dispuesta a ceder el control al proveedor.
Para los proveedores de software independientes (ISV) que venden aplicaciones Windows™, que deben tener en cuenta a sus empleados Y a sus clientes, la respuesta es diferente.
Los ISV deben considerar DaaS frente a VDI en su papel de empleador que necesita proporcionar a los empleados las herramientas informáticas necesarias para realizar su trabajo. Pero, en su papel de ISV, ¿tiene sentido utilizar DaaS o V DI para ofrecer una o dos aplicaciones Windows a un cliente? La verdad es que no. DaaS y VDI están construidos para ofrecer un entorno de usuario y aplicaciones completo y requieren una potencia informática considerable para hacerlo, sin duda más recursos de los que una herramienta de publicación de aplicaciones como GO-Global™ necesita para hacer el trabajo.
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